Efecto ESPEJO | El AMLO que vemos, es el presidente que México necesita

En contra del temor del sector privado a que Andrés Manuel López Obrador, virtual presidente de México, representara riesgos al desarrollo económico y fortalecimiento empresarial, las señales posteriores al triunfo electoral del tabasqueño indican que es el propio mandatario federal el más preocupado en despejar el futuro nacional de barruntos de inestabilidad.

La reunión de ayer con miembros del Consejo Coordinador Empresarial apuntala las acciones que desde la noche del primero de julio asumió AMLO para tranquilizar a los mercados financieros y al capital privado, con la definición de agendas de trabajo conjunta para darle certeza al país,  confianza a los inversionistas y fortaleza a las pequeñas y medianas empresas.

De momento López Obrador está resultando un hábil operador político que clausura temores, pues su encuentro con el presidente Enrique Peña Nieto ahuyenta la eventualidad de la transición tensa y la integración del Gabinete con personalidades de primer nivel en cada área de la administración pública federal siluetea al estadista que debe ser y dispersa la conjetura del “peligro para México”.

Solo falta que permee la misma actitud hacia el resto de la nueva pirámide del poder que surgió en la votación donde los mexicanos le apostaron al cambio verdadero.

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