De repente La Lomita perdió su característico color nítido. El paisaje en tonos claros fue tomando vida a través del arcoíris que acarreó el colectivo LGBT+, pero no solo era la demostración gráfica de alegría: la Marcha de la Diversidad de este año albergó resentimiento, sed de justicia y esperanza de un cambio verdadero.

Como una burla al dicho popular, el sol se esfumó justo al iniciar el recorrido, pasadas las cinco de la tarde. El grupo político encargado de cortar el listón preguntaba por Sheyla, la reina del evento, pero nunca apareció. Entonces, y sin ella, inauguraron la marcha, posaron para la foto y comenzó el trayecto.

La bandera gigante anunciaba a los transeúntes de la Obregón que la ciudadanía LGBT+ se había unido, no para celebrar sino para exigir. “La gente tiene la idea de que esto es una fiesta, pero en realidad es una rebelión’, le explicaba una chica a su novia mientras caminaban en el contingente que condenaba los crímenes de odio a los LGBT+.

Familias enteras, mujeres, hombres, niños, niñas y mascotas, todos formando una gran masa que hasta hace pensar si la comunidad LGBT+ sigue siendo una minoría. “Por eso no llueve”, le gritó un conductor molesto a un joven que posaba con una bandera. El chico lo vio fijamente y le dijo: “Claro que llueve, que no estás viendo el arcoíris”.

Adelante había caras largas, enfurecidas por la muerte de Joseph, de Violeta, de todos y cada uno de los miembros del colectivo que han sido asesinados o violentados y se han convertido en un número más para la Fiscalía General del Estado. Así llegaron al Ayuntamiento de Culiacán y como un gesto de esperanza, el Comité de la Diversidad en Sinaloa subió a lo más alto del recinto para ondear la bandera del orgullo LGBT+ y del orgullo trans.

¿Dónde está Sheyla? ¿No viene Sheyla?, murmuraban los expectadores frente a Catedral, esperando que la cantante se presentara y solo saludara como lo hizo el año pasado Paty Navidad, pero la cantante no se presentó a la marcha. Aún así, el público se quedó maravillado con el colorido cuadro de drag queens que danzaban y hacían un performance a su paso.

Llegando al ágora del Instituto Sinaloense de Cultura(Isic), las dudas fueron disipadas: Sheyla se presentaría luego de algunos números musicales a cargo de artistas locales. El Comité de la Diversidad en Sinaloa agradeció a los asistentes por su compromiso con la causa, haciendo de este evento el más grande en la historia del estado. Una vez más, lo lograron.