Efecto ESPEJO | ¿A quién debemos pedirle seguridad pública?
La segunda gran crisis en menos de un mes derivada de la violencia en México, después de la que vivió Culiacán el 17 de octubre, vuelve a causar la sensación de que la paz y el dominio de la ley toman distancia de los anhelos puestos en las voluntades del nuevo régimen para que el […]

La segunda gran crisis en menos de un mes derivada de la violencia en México, después de la que vivió Culiacán el 17 de octubre, vuelve a causar la sensación de que la paz y el dominio de la ley toman distancia de los anhelos puestos en las voluntades del nuevo régimen para que el Estado de derecho recupere la tutela de todo como alternativa única para la seguridad pública.
El ataque a la familia del pacifista Julián LeBarón sacudió a la sociedad mexicana tanto por la notoriedad del apellido ligado a la defensa de las víctimas del crimen organizado, así como por la crueldad manifiesta contra mujeres niños y el reto implícito de la alta delincuencia a la llamada Cuarta Transformación.
La masacre ocurrida en Chihuahua certifica la incapacidad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador frente a la secuencia de atentados contra la población pacífica y la carencia de servidores públicos y planes estratégicos que respondan a la gravedad del fenómeno delictivo, sobreponiéndose a la idea de que algún día la delincuencia depondrá las armas en atención al sermón presidencial y no al sufrir las consecuencias legales por infringir el marco jurídico.
¿Quién nos está cuidando de los delincuentes?, es la pregunta que emerge en todo México, a punto de trasmutar al siguiente nivel del Estado fallido: ¿a quién debemos pedirle que nos cuide? ¿A la delincuencia organizada implorándole una tregua? ¿Al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ofrece sus policías y operativos para combatir al crimen organizado? ¿Ya es hora de que cada mexicano se defienda por sí mismo, a como pueda?
Le urge al país que el presidente AMLO se presente con la estatura, tamaños, investidura y voluntad que sí mostró durante las tres campañas políticas que por fin en julio de 2018 lo pusieron en las riendas nacionales, atributos a los que la ciudadanía le apostó a través del voto en la búsqueda de paz, legalidad, progreso y concordia. ¿Dónde está aquel López Obrador?
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