“Piso parejo” en el SNTE en Sinaloa o anulación de la elección
“Primero está el sindicato y luego las personas. Debemos recordar que este sindicato no es patrimonio de alguien, ni de grupos ni de familias”, expresó categórico el dirigente nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación –SNTE—, Alfonso Cepeda Salas, quien refrendó el compromiso de su dirigencia de volver al origen de la organización […]

“Primero está el sindicato y luego las personas. Debemos recordar que este sindicato no es patrimonio de alguien, ni de grupos ni de familias”, expresó categórico el dirigente nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación –SNTE—, Alfonso Cepeda Salas, quien refrendó el compromiso de su dirigencia de volver al origen de la organización magisterial que se guía por dos ejes: la escuela pública y la defensa de los derechos laborales y en ese sentido destacó que a un año de estar al frente del sindicato se ha logrado la basificación de 160 mil trabajadores de la educación y que próximamente se otorgará bases laborales en los estados de Nuevo León, San Luis Potosí y Colima.
El pronunciamiento de Alfonso Cepeda fue en el marco de los festejos del 52 aniversario de la sección 36 del SNTE en Valle de México, a unos días de haberse reunido con el presidente Andrés Manuel López Obrador para hablar del avance de sus compromisos a partir de la nueva reforma educativa y a unas semanas de que el presidente del tribunal federal de conciliación declarara que en el SNTE hay democracia, mientras se estudia el reglamento para la elección de dirigentes sindicales para otorgar la “toma de nota” que le permita a la dirigencia del sindicato emitir las convocatorias para el cambio de dirigencias seccionales.
El discurso de Cepeda refleja bien su interés y su compromiso por asegurar que haya democracia y transparencia en el SNTE en los próximos procesos electorales, sin embargo, esto no será posible si no hay “piso parejo” para todos los aspirantes a dirigir sus secciones sindicales. Y eso aplica particularmente para Sinaloa, donde están enclavadas las dos secciones más emblemáticas del SNTE a nivel nacional.
La sección 53, donde radica el último cacicazgo del SNTE a nivel nacional –En el sexenio pasado quedaban tres. Uno estaba en Veracruz, pero su representante, Nicolás Calleja, falleció, y otro en Nayarit, pero su líder Liberato Montenegro permitió en el 2019 una elección libre y democrática—. El último cacicazgo queda precisamente en Sinaloa y es representado por el ex senador Daniel Amador Gaxiola, quien ha controlado la sección en los últimos 23 años y a quien se le acusa de amasar una fortuna proveniente del desvío de recursos asignados a prestaciones y beneficios destinados al magisterio, y de hacer jugosos negocios a partir del control de las instituciones estatales vinculadas con la educación.
Las huestes de Amador controlan el ISSSTEESIN que, además de préstamos, otorga las jubilaciones y pensiones de los maestros estatales; la SEPYC, donde se otorgan las plazas, promociones, permisos y cambios de adscripción; el fideicomiso SIAP, que acumula millones de pesos mensuales y que nadie sabe cómo y en qué se utilizar; la renta de la USE de más de dos millones de pesos mensuales, además de controlar la propia estructura sindical encabezada por Fernando Sandoval Angulo, quien lejos de buscar la conciliación con el magisterio, se ha dedicado a chocar (y en algunos casos a perseguir) a quienes piensan diferente o no aceptan fielmente las órdenes de su jefe.
Y la sección 27 del SNTE, que agrupa a los trabajadores federalizados, representa la tierra de Fernando González Sánchez, dirigente del partido Redes Sociales Progresistas y yerno de la maestra Elba Esther Gordillo, reconocida de facto como la jefa (o “dueña”) del partido. A Elba Esther no le importa tanto con quien gana la 27, sino hacer perder a Cepeda en la tierra de su yerno, para mostrar el músculo político al magisterio y al presidente.
Cepeda, por su parte, también está obligado a ganar la 27, pues ganarle a Elba Esther y a Fernando González en su propia tierra sería devastador para el proyecto de la maestra, tanto de recuperar el SNTE como de fortalecer el partido RSP y sería también para Cepeda una forma de legitimarse ante el presidente López Obrador con el voto de los maestros.
Así ambas secciones son emblemáticas. Tanto en lo político a nivel nacional y local como para el proceso de democratización del SNTE, dispuesto en la reforma laboral, a petición de EU en las negociaciones del tratado de libre comercio y del proceso de transformación del país, emprendido por el gobierno del presidente López Obrador.
No obstante, para que haya democracia y transparencia en el SNTE es necesario comenzar por asegurar que haya piso parejo en el proceso electoral. Es decir, que –en Sinaloa—, todos los cuadros sindicales que operan como funcionarios en las instituciones y dependencias educativas que manejan recursos y/o algún tipo de influencia a partir de su poder como funcionarios, se separen del cargo para evitar que influyan en favor de sus candidatos.
Todos los jefes de departamentos, coordinadores y directores de área de educación inicial, preescolar, primaria, secundaria, telesecundarias, educación para adultos, y todos los vinculados con las dirigencias seccionales, se regresen al aula o a sus lugares de adscripción. Ahí podrán hacer campaña en favor de sus candidatos, pero con sus propios recursos y no con los recursos del sector educativo.
De no separarse del cargo y ante cualquier incidencia en el proceso, podría interpretarse como “intromisión del patrón” en la elección sindical y ello sería motivo de “anulación de la elección”, según la explicación de la propia secretaria del trabajo, María Luis Alcalde. ¿Dejará pasar las incidencias de “intervención del patrón” la maestra Elba Esther Gordillo –especialista en incidencias electorales— en la elección de la sección 27, ante una eventual derrota de su candidato habiéndose demostrado que interfirieron los funcionarios de la SEPYC para favorecer el candidato de Noe Rodríguez y Edén Inzunza?
¿Tendrá Carlos Alfonso Rea, aspirante a dirigir la sección 27 del SNTE, la capacidad de gestión suficiente para que su amigo y compañero, el diputado morenista Horacio Lora, logre un acuerdo del Congreso del Estado para que exhorte al gobernador Quirino Ordaz a pedir la separación del cargo de todos los funcionarios de la SEPYC identificados y/o vinculados con las dirigencias sindicales de Fernando Sandoval (del SNTE 53) y de Edén Inzunza (de la sección 27)?
¿Tendrá Carlos Rea la capacidad para hacer que el senador Rubén Rocha convenza al líder del senado, Ricardo Monreal, de hacer un pronunciamiento nacional de “piso parejo” y de pedirle al gobernador Ordaz Coppel la salida de todos los funcionarios de la SEPYC en clara situación de “conflicto de intereses” en la elección sindical?
O, por otro lado ¿podrá Jesús Manuel Carrillo, también aspirante a dirigir la sección 27, convencer a su correligionario y amigo, el diputado federal petista Fernando García Hernández, de pedirle a su dirigente nacional (del PT) Alberto Anaya, de recomendarle al gobernador Quirino Ordaz disponer la salida de los funcionarios de la SEPYC comprometidos con la dirigencia de Edén Inzunza en la elección sindical para asegurar el paso a la democracia sindical solicitada a México en las negociaciones internacionales del tratado de libre comercio, impulsada por el presidente López Obrador y la secretaria del trabajo, María Luisa Alcalde, y deseada por todos los mexicanos?
¿Estará dispuesto Alfonso Cepeda a recomendar a los gobernadores la salida de los funcionarios afines a las dirigencias sindicales para demostrar su verdadero interés en democratizar el sindicato o se arriesgará a que le anulen elecciones en los estados por “intromisión del patrón” y a ganarse una mancha en el expediente ante el presidente AMLO y arriesgar su propia permanencia en la dirigencia del SNTE?
¿Estará dispuesto el gobernador Quirino Ordaz Coppel –uno de los tres mejores gobernadores del país, según Mitovsky— a ganarse el estigma de “mapache” si se anula la elección sindical por “intromisión del patrón” al permitir que funcionarios de su gobierno afines a la dirigencia seccional usen recursos del gobierno para favorecer a sus candidatos? O por el contrario ¿decidirá cortar por lo sano y de paso aprovechará para poner a sus propios funcionarios y deshacerse de los que le impuso el comité nacional del SNTE a propuesta de las dirigencias sindicales seccionales? El compromiso con Edén Inzunza termina el 31 de diciembre.
Las razones de los ex
Noe Rodríguez, el delegado del Comité Ejecutivo Nacional del SNTE, ha logrado integrar a su proyecto a la mayoría de los ex secretarios generales de la sección 27 y les ha ordenado activar a todo su capital político para mantener el control de la sección en el proceso de cambio de dirigencia seccional. La amenaza para los ex que no se integren al proyecto continuista es suspenderle su sueldo como ex secretario general que le otorga el Comité Ejecutivo Nacional y que oscila alrededor de los cien mil pesos mensuales, además de sus sueldos complementarios por comisiones (miembros de algún órgano de la dirigencia nacional o delegado en alguna sección), y que reciben independientemente del cobro de su plaza laboral en la SEPYC.
Así, resulta poco probable que un ex dirigente (con un ingreso de 100 mil), más otro tanto por desempeñar una comisión, más su sueldo como empleado de la SEPYC, quiera arriesgarse a jugar en otro equipo que no sea el que encabeza Noe para la próxima elección, sin embargo, queda claro que no necesariamente lo hacen por estar convencidos del proyecto o por el bien del sindicato, sino por sus propios ingresos personales (algunos alrededor de los 200 mil pesos).
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