Efecto ESPEJO | Están jugando con el futuro del Ismujeres
A falta de voluntad política para entrarle con seriedad el tema, se trivializa la designación de quien dirigirá el organismo y se le falta al respeto a 19 mujeres que también se inscribieron.
Al no conocerse los criterios en los cuales el gobernador Quirino Ordaz Coppel basó la propuesta para que Eva Guerrero Ríos presida el Instituto Sinaloense de las Mujeres, vuelve a quedar en manos del Congreso el análisis de un perfil que ningún antecedente registra en la lucha por la defensa de los derechos del sector femenino, ni siquiera en la participación de acciones contra amenazas que a nivel estatal las acechan a ellas.
El Ismujeres necesita hoy más que nunca del liderazgo que surja de la participación plena de aquellas que reclaman la inclusión de género sin limitaciones en la toma de decisiones sociales trascendentes, creación de mecanismos efectivos de cuidado y respeto, parámetros concretos de las metas a desarrollar en la prevención, investigación y castigo de delitos como el feminicidio, así como auténtica rendición de cuenta que haga posible la certidumbre de que el recurso público se utiliza en lo sustancial y no en la banal.
Se está jugando con las decisiones sobre el presente y futuro del Ismujeres. A falta de voluntad política para entrarle con seriedad el tema, se trivializa la designación de quien dirigirá el organismo y se le falta al respeto a 19 mujeres que también se inscribieron, con mejor trayectoria y esfuerzo probado en la defensa feminista, optándose por borrarlas de un plumazo y extrañamente elegir a quien menor aportación presenta en dicho ámbito.
Tal vez el Instituto viva un mal momento porque al rechazar recientemente el Congreso que Reyna Araceli Tirado Gálvez fuera ratificada como directora, ahora el remedio se plantea más grave que la enfermedad misma. Van el sentido contrario la importancia de fortalecer al Ismujeres para los tiempos difíciles que enfrenta el sector femenino, y la corta visión que el Poder Ejecutivo Estatal exhibe al respecto.
El caso está en manos del Congreso de Sinaloa que bien podría claudicar en lo que ofreció: darle al Ismujeres la mejor y más calificada directora, o bien volver a reponer el procedimiento hasta que se encuentre a quien sí pueda, sí quiera y sí convenza en la ardua tarea que falta realizar para otorgarle al sector femenino las oportunidades negadas desde hace muchas décadas. Veamos, pues, cómo procede la 63 Legislatura.
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