Distanciamiento prolongado | Seguiremos distantes al menos hasta 2022, señala estudio
El distanciamiento social prolongado o intermitente puede ser necesario hasta el año 2022, incluso ante el caso de una eliminación aparente del virus.
Independientemente de lo preparado que pudiera o no estar el sistema sanitario de un país, no será suficiente para atender completamente la emergencia sanitaria por el COVID-19.
El distanciamiento social se ha convertido en la medida más eficaz para evitar la propagación del coronavirus.
Un artículo publicado por la revista Science titulado ‘Projecting the transmission dynamics of SARS-CoV-2 through the postpandemic period’ señala que las medidas de distanciamiento social podrían alargarse hasta el año 2022 si se desea frenar de manera efectiva la propagación de este virus y la saturación sanitaria.
Una vez aplicadas las medidas de distanciamientos social y de confinamiento, los países que más tempranamente iniciaron la cuarentena están levantando poco a poco las medidas, tras lograr un control adecuado del virus, y muchos esperan que ocurra lo propio próximamente en otros países como España.
“Para mitigar la posibilidad de resurgimiento de la infección, pueden requerirse períodos prolongados o intermitentes de distanciamiento social. Después de la ola pandémica inicial, el SARS-CoV-2 podría seguir a su pariente genético más cercano, el SARS-CoV-1, y ser erradicado por medidas intensivas de salud pública después de causar una epidemia breve pero intensa. Pero cada vez más, las autoridades de salud pública consideran que este escenario es poco probable”.
‘Projecting the transmission dynamics of SARS-CoV-2 through the postpandemic period’
En países como Singapur están afrontando desde finales de marzo una segunda ola de contagios debido al levantamiento temprano de las medidas de contención, como publica la BBC.
Aunque el coronavirus se parece más a al SARS-CoV-1 que a los influenzavirus, investigadores anotan que la tendencia es que comience a circular estacionalmente, como la gripe: “La transmisión del SARS-CoV-2 podría parecerse a la de la gripe pandémica al circular estacionalmente después de haber causado una ola de infecciones inicial. Distinguir entre estos escenarios es clave para formular una respuesta de salud pública efectiva y sostenida al SARS-CoV-2″.
A través de una simulación en la que analizan la estacionalidad de otros coronavirus y otros tipos de virus, para intentar predecir un modelo de transmisión compatible con el SARS-CoV-2: “Probablemente ocurrirán brotes recurrentes de SARS-CoV-2 durante el invierno después de la onda pandémica inicial más grave. Para evitar esto, el distanciamiento social prolongado o intermitente puede ser necesario hasta el año 2022, incluso ante el caso de una eliminación aparente del virus, la vigilancia del SARS-CoV-2 debería mantenerse, ya que un resurgimiento del contagio podría ser posible hasta 2024”.
Por su parte, en una reciente publicación del MIT Technology Review, el Instituto de Tecnología de Massachusetts cita un informe de investigadores del Imperial College de Londres (Reino Unido) propusieron imponer medidas de alejamiento social más extremas cada vez que los ingresos en las unidades de cuidados intensivos (UCI) empiezan a aumentar, y suavizarlas al reducirse la cantidad de las personas ingresadas.
Así lo presentan en un gráfico.
“La línea naranja representa a los ingresados en UCI. Cada vez que se eleva por encima de un umbral, por ejemplo, 100 a la semana, el país cerraría todas las escuelas y la mayoría de las universidades e impondría el confinamiento social. Cuando los ingresos vuelven a caer por debajo de 50, esas medidas se levantarían, pero las personas con síntomas o cuyos familiares tuvieran síntomas deberían seguir en sus hogares”, cita la publicación.
¿Qué se considera como “alejamiento social”? Los investigadores lo definen así: “Reducir el contacto fuera del hogar, en la escuela o en el lugar de trabajo en un 75 %”.
Se necesitará también de una capacidad de atención sanitaria ampliada y una atención terapéutica efectiva mejorarían el éxito del distanciamiento intermitente y acelerarían la adquisición de la inmunidad colectiva.
El proceso de transmisión pandémica y postpandémica del SARS-CoV-2 dependerá, según estos expertos, de factores que incluyen el grado de variación estacional de la transmisión, la duración de la inmunidad y el grado de inmunidad cruzada entre el SARS-CoV-2 y otros coronavirus, así como la intensidad y la temporalidad de las medidas de control.
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