México y Argentina producirán, junto con AstraZeneca y la Fundación Carlos Slim, entre 150 y 250 millones de dosis de la vacuna contra la COVID-19. La farmacéutica anunció ayer el acuerdo con ambos países y que si los ensayos clínicos son exitosos, iniciará los envíos a América Latina en el primer semestre de 2021.
La vacuna en cuestión fue desarrollada por la Universidad de Oxford y es una de casi una veintena de iniciativas que se encuentran en diversas etapas de ensayo en seres humanos en todo el mundo. Rusia se convirtió el martes en el primer país en aprobar una vacuna contra el coronavirus y declararla lista para su uso, aunque sus autoridades todavía no han ofrecido ninguna prueba de seguridad o eficacia.
El Canciller mexicano Marcelo Ebrard Casaubón dijo esta mañana que en noviembre de este año podría terminar la fase 3 de la vacuna conjunta México-Argentina, y que en cuanto las autoridades regulatorias lo aprueben, podría empezar la producción en masa.
El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) se congratuló de poder hacer un “eje del bien” entre los gobiernos argentino y mexicano, ya que se trata de un acuerdo de producción de una vacuna que se considera una de las más avanzadas en el mundo, según los estudios clínicos de los que se disponen.
“Es una vacuna que está en fase 3 y se estima que para el mes de noviembre presentarán los resultados de esa fase 3. La 1 y 2, con resultados muy positivos. La fase 3 se presentará en noviembre a las autoridades regulatorias, en el caso de México, a la Cofepris, para su evaluación y autorización. Por los resultados en la fase 1 y 2, tenemos pleno convencimiento de que es una inversión de tiempo y esfuerzo relevante y segura”, afirmó.
Desde Palacio Nacional, Ebrard Casaubón precisó que participan un laboratorio en Argentina y un laboratorio en México, es decir, la cadena de producción es latinoamericana.“Se va a producir en México y en Argentina. En México se hace el terminado y de México se distribuye a América latina y el Caribe”, agregó.
“Muy importante que el propósito de AstraZeneca, de la fundación Slim y de la Universidad de Oxford, no es el lucro, es garantizar que América latina tenga acceso a esta vacuna. […] ¿Qué es la preocupación? Pues que México tenga acceso y pueda garantizar el acceso universal y en tiempo como decíamos”, subrayó.
“Como el objetivo no es el lucro, se busca una fundación, en este caso la Fundación Slim que ha sido promovente de este acuerdo. Cuando fuimos a Washington, el ingeniero Slim se lo comentó al Presidente de la República, los avances que ya se tenían y ahí se acordaron dar pasos. La fundación al participar garantiza que efectivamente se pueda iniciar la producción en tiempo y forma”.
Asimismo, consideró que “para quienes nos están viendo, esto puede significar que en vez de que la vacuna llegase o pudiese distribuirse en México dentro de más de un año, se adelante seis o siete meses. Y esa diferencia es todo para la economía y la salud”.
Comentarios
Antes de dejar un comentario pregúntate si beneficia a alguien y debes estar consciente en que al hacer uso de esta función te adíeles a nuestros términos y condiciones de uso.