Según un reporte realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) las escuelas siguen considerándose un ambiente hostil para estudiantes lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI). 

En este informe llamado “América Latina y el Caribe. Inclusión y educación: Todos y todas sin excepción”, se resalta que en México, el 75% de estudiantes LGBTI han experimentado acoso verbal e insultos en la escuela y 66% de los estudiantes transgénero reportaron haber sufrido acoso escolar, por lo que “el sexismo y la homofobia siguen impregnando las escuelas de América Latina”.

Los datos que se recabaron en siete países (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay) señalan que, entre el 47 al 81 por ciento del alumnado LGBTI se siente inseguro en la escuela debido a su orientación sexual.

Asimismo, también se informa que los jóvenes de la región tenían al menos el doble de probabilidades de no asistir a la escuela y presentaban altos niveles de depresión.

“Quienes sufrían una mayor victimización basada en la orientación sexual tenían por lo menos el doble de probabilidades de faltar a la escuela, y niveles más altos de depresión que aquellos que sufrían una victimización menor. En los siete países, las y los jóvenes LGBTI se sentían inseguros en la escuela, principalmente debido a su orientación sexual”.

Informe “América Latina y el Caribe. Inclusión y educación: Todos y todas sin excepción”

En el reporte se hace hincapié en que algunas de las formas para disminuir esta discriminación y violencia se basan en las leyes y regulaciones de cada país, así como la infraestructura de las escuelas y la preparación docente, siendo que en este sentido, la mayoría del alumnado encuestado manifestó que tuvo una experiencia negativa debido a las actitudes del personal docente hacia la orientación sexual y la expresión de género. 

“Sólo dos tercios de los y las estudiantes declararon que algún docente intervino ante la utilización de lenguaje homófobo o transfóbico en la escuela”.

“Varios miembros del cuerpo docente, incluido el 53% de los profesores del primer ciclo de escuela secundaria, en México, afirman que necesitan aumentar sus competencias para enseñar a las y los alumnos con necesidades educativas especiales” 

Otra forma de reducir el riesgo de acoso y agresión es un acuerdo que les permita a los y las estudiantes LGBTI usar los baños correspondientes a su género asignados, pero, “hasta la fecha no hay ninguna política pública o regulación que promueva la seguridad de los alumnos transgénero en el entorno escolar”.

Lo que se ha logrado es que en algunos países se inicien procesos de sensibilización para el cuerpo docente y alumnado de algunas escuelas privadas, para que acepten el uso de los baños por parte de los alumnos transgénero según el género con el que se identifiquen, aunque en otras se ha creado un tercer espacio.

A pesar de que las leyes y políticas establecen el marco para lograr la inclusión en la educación, el establecimiento de sistemas educativos inclusivos sigue siendo un desafío en América Latina y el Caribe.

“Alrededor del 60% de los países de la región cuentan con una definición de educación inclusiva, pero sólo el 64% de esas definiciones abarcan múltiples grupos marginados, lo que indica que la mayoría de los países aún no han adoptado un concepto amplio de inclusión”

El informe señala que los sistemas educativos deben responder a las necesidades de todo el alumnado y considerar la diversidad de estos como un recurso y no como un problema. La inclusión en la educación supone dejar atrás la discriminación y los prejuicios, y avanzar hacia una educación que pueda adaptarse a diversos contextos y realidades.