Jesús Estrada Ferreiro, alcalde con licencia de Culiacán, pidió al juez cuarto de Distrito un amparo contra la Fiscalía General de Sinaloa para tratar de evitar ser detenido.

Actualmente hay dos carpetas de investigación por las que se solicitó que el Congreso local le quite el fuero, una por abuso de autoridad y discriminación sobre un grupo de viudas de policías que le han reclamado se respete la reforma a la Ley de Seguridad Pública, que establece la homologación de pensiones a los salarios de policías en activo.

La otra solicitud de desafuero es por un caso de corrupción.

Sin embargo, Estrada Ferreiro pidió protección solo por el primero, pues si se le quita el fuero podría ser capturado y encerrado hasta su audiencia inicial, y solo podrá salir si el juez local lo permite.

“Desconozco de forma fehaciente, de que se me acusa, que delitos se me imputan, ni se quienes fueron los denunciantes y/o querellantes; solo escuché que se que se trata de delitos de abuso de autoridad y discriminación, ignorando los nombres de las personas que supuestamente resultan víctimas u ofendidas; pero al parecer están relacionados con hechos que conoce el Juzgado Primero de Distrito en el Estado de Sinaloa en el Juicio de amparo 494/2022 y donde actualmente se me ha otorgado suspensión definitiva desde el día 25 de mayo del año en curso; incluso en ese juicio también está involucrado el Congreso del Estado y la Comisión Instructora. (.)”, dijo Estrada Ferreiro en su solicitud de amparo.

Estrada Ferreiro pidió licencia temporal por seis meses al Cabildo de Culiacán para atender sus asuntos legales, entre ellos las dos carpetas de investigación y un juicio político que inició también el Congreso local.

Durante este tiempo, dijo Estrada Ferreiro al juez federal, se ha sentido perseguido y torturado, sobre todo cuando corrió por redes sociales un audio donde se contó de manera falsa un supuesto ataque contra él.

“Por otro lado, no obstante que el promovente invoca como transgredido el artículo 22 Constitucional, toda vez que aduce ser víctima de tortura, pues afirma que se ha estado transmitiendo en redes sociales y retransmitiendo un audio que dice ‘plebes que mataron al alcalde con todo y sus escoltas, ese es el desmadre que traen’, lo que dice, le ha causado a él y a su familia ansiedad, depresión, delirios de persecución, insomnio, pesadillas, inestabilidad afectiva, pérdida de memoria o concentración”, citó el juez en la solicitud de amparo.

“Sin embargo”, prosiguió el juez, “no es dable equiparar los hechos que narra con actos de tortura, pues no se advierte que esté siendo sometido a afectaciones físicas o mentales graves, que sean infligidas intencionalmente y con un propósito determinado con el fin de obtener una confesión o información, para castigar o intimidar, o que tengan por objeto menoscabar su personalidad o la integridad física o mental, requisitos inexorables para que se acredite estar siendo víctima de tales actos prohibidos”.