Mundo.- El mes que entra saldrá a la venta una nueva vacuna contra el COVID-19, sin embargo, su lanzamiento enfrentará obstáculos considerables en parte porque ha disminuído drásticamente la preocupación por el virus.

Expertos y analistas sanitarios han declarado que es probable que esta vacuna actualizada para combatir la cepa Ómicron (variante que ha dominado los contagios desde el año pasado) no sea bien recibida por la población, aún cuando la subvariante de Ómicron llamada “Eris” se extiende rápidamente en Estados Unidos y Europa.

Esto, pues la demanda de las vacunas contra el COVID-19 ha descendido drásticamente desde que estuvo disponible por primera vez, además del escepticismo de la población sobre la eficacia de la nueva vacuna.

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La variante Eris

La nueva subvariante Eris ha encendio las alarmas de instituciones sanitarias como la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien está solicitando a los países que refuercen la vigilancia debido al crecimiento de contagios por esta cepa de COVID-19.

A la fecha, esta subvariante se ha detectado en países como Reino Unido, Estados Unidos y China. Eris ha provocado uno de cada siete casos de COVID-19 detectados por pruebas hospitalarias en dichos países.

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A pesar de su alta propagación, esta nueva cepa no es más grave que otras variantes como la Ómicron. Sus síntomas son dolor de garganta, estornudos, tos, dolor de cabeza, pérdida del olfato y dolores musculares.