En 2019 el gobierno de Andrés Manuel López Obrador creó la Guardia Nacional (GN), “una fuerza civil” que ayudaría a pacificar el país y se encargaría de las tareas de seguridad pública. Sin embargo, la GN se pintó de verde y actualmente opera bajo el mando del Ejército en las coordinaciones regionales de todo el país, sin algún decreto legal que lo permita.

La Guardia Nacional actualmente es la encargada de construir obras públicas, vigilar hospitales, inspeccionar a migrantes, cuidar escuelas y hasta cuidar piezas arqueológicas.

A pesar de que AMLO ha dicho que ya no se comenten violaciones a derechos humanos por parte de las Fuerzas Armadas, de 2019 a octubre de 2021, se han abierto más de dos mil quejas por violaciones de derechos humanos ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) por tortura, uso desproporcionado de la fuerza pública, detenciones arbitrarias, privación de la vida, retenciones ilegales, entre otras.

Distintas organizaciones civiles también han documentado ejecuciones extrajudiciales contra civiles que han muerto a manos del Ejército y la Guardia Nacional.

AMLO envió una iniciativa al Senado de la República para reorganizar la estructura de la Secretaría de la Defensa Nacional, para que se cree el Estado Mayor Conjunto de la Defensa Nacional para controlar a las Fuerzas Armadas, incluida la Guardia Nacional.

De esta forma AMLO hereda un Ejército con fuerza y poder inusitados en la historia reciente de México.

*La propuesta de este reportaje fue seleccionada en la Convocatoria 2021 del Programa de Apoyo al Periodismo en México de la UNESCO en México. Su contenido es responsabilidad de sus autores, quienes son dueños de los derechos de autor correspondientes,  con absoluta independencia de la UNESCO. La UNESCO no tiene coautoría o participación institucional alguna en la realización del contenido de este reportaje.