Por Marlene A. León Fontes, directora de Iniciativa Sinaloa, A.C.

Esta semana será clave en la selección del Secretario Técnico de la Secretaría Ejecutiva del Sistema Estatal y Municipal Anticorrupción del Estado de Sinaloa. Fue el pasado 08 de septiembre que, tras una ampliación del plazo, cerró la convocatoria para aspirantes a ocupar dicho cargo.

La convocatoria, publicada por el Comité de Participación Ciudadana (CPC) del Sistema Estatal Anticorrupción (SEA), busca iniciar la renovación del titular de la Secretaría Ejecutiva (SESEMAES), a través de la selección de una terna que presentará al órgano de gobierno de la Secretaría Ejecutiva para que éste elija al siguiente Secretario o Secretaria Técnica durante los próximos cinco años.

La importancia de este cargo radica en que representa tanto el brazo operativo y ejecutor del Comité Coordinador del SEA, así como el brazo administrativo que buscará asegurar la operatividad de dicho Sistema Anticorrupción.

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De acuerdo a la Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos del Estado de Sinaloa, su presupuesto para este año fue de 17 millones 461 mil 986 pesos, cinco millones de pesos más que lo presupuestado para el Instituto para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas con 12 millones de pesos.

Bajo este contexto, la persona que quede al frente no solo tendrá el reto mayúsculo de echar a andar el Sistema Anticorrupción de Sinaloa, a través de las instituciones que conforman el Comité Coordinador, sino también de utilizar de manera eficiente, transparente y eficaz los recursos públicos para el combate a la corrupción.

Pues recordemos que, de acuerdo al Informe Individual de la Revisión y Fiscalización Superior de los Recursos Públicos, correspondiente al ejercicio fiscal 2019 realizado por la Auditoría Superior del Estado de Sinaloa al SESEMAES, la auditoría derivó en un total de 67 resultados de los cuales 11 concluyeron en promociones de responsabilidad administrativa.

A pesar de la importancia que conlleva el cargo, únicamente fueron ocho las personas registradas: Héctor Luis Gutiérrez Cossío, Jesús José Guerrero Alcaraz, Annabel Quintero Molina 004 Beatriz López Castro, Carlos Julián Avendaño García, Jesús Manuel Martínez Pérez, Rosa del Carmen Lizárraga Félix e Itzé Coronel Salomón.

De acuerdo a la metodología publicada, lo criterios a evaluar para el proceso de selección de la terna serán los siguientes: la experiencia en materia de transparencia, evaluación, fiscalización, rendición de cuentas o combate a la corrupción; Su integridad, objetividad, autonomía e independencia; Sus conocimientos sobre áreas como evaluación de políticas integrales y elaboración de anteproyectos de metodologías, indicadores y políticas integrales, entre otras; Su plan de trabajo y por último su participación en una entrevista mediante comparecencia pública.

Destaca de este proceso, el impulso que ha dado el CPC al buscar atender aquellas acciones afirmativas con perspectiva de género que propiciará la inclusión de mujeres en la terna; la integración de la 3 de 3 contra la violencia así como la exteriorización de posibles conflictos de interés entre integrantes del CPC con personas aspirantes; una práctica que debe avanzar hacia su normalización dentro del servicio público

Aunado a ello, resulta también valioso los esfuerzos que se realizan al buscar el acompañamiento y recomendaciones realizadas desde organizaciones de la sociedad civil especialistas en designaciones públicas, tales como las organizaciones de la sociedad civil nacionales: Ethos, el Observatorio de Designaciones Públicas, integrado por Fundar y Artículo 19, y el Colectivo Perfiles Idóneos Ya; así como las locales: Observatorio Ciudadano de Mazatlán, Iniciativa Sinaloa y Contraloría Ciudadana de Mazatlán; así como de las y los ciudadanos en lo particular.

El reto ahora lo tiene el CPC. Sus integrantes deberán buscar y asegurar que las personas que integren la terna lleguen a partir de un proceso confiable y transparente cuya valoración de perfiles se realice bajo criterios claros y medibles, pues recordemos que la persona que quede al frente de la SESEMAES trabajará de manera coordinada y de la mano con este órgano ciudadano en los próximos cinco años.

Del CPC dependerá la llegada de un Secretario Técnico que garantice, no solo una postura operativa, sino también de apertura y de vinculación con las organizaciones de sociedad civil y las ciudadanas y ciudadanos; ya que en los últimos cinco años fue ésta una de las debilidades que caracterizó a la SESEMAES.

Por su parte, desde la ciudadanía tenemos el reto de involucrarnos en la vigilancia y participación dentro del proceso ya sea revisando quiénes son las y los candidatos a través de sus expedientes públicos, presenciar sus comparecencias así también enviar preguntas a realizar durante cada una de las entrevistas.

Estamos ante una oportunidad valiosa, la renovación de la Secretaría Técnica representa la posibilidad de lograr que acuerdos y prácticas valiosas anticorrupción, que en alguna ocasión fueron bloqueadas, ahora sean destrabadas a base de voluntad y compromiso ciudadano social. No la desaprovechemos.

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